En cualquiera de los frentes en que se dirija un proyecto, indiscutiblemente su exitosa implementación, recaerá en más de una persona. Es por ello que en la organización se debe asegurar:

Una vez teniendo claro el objetivo y funciones de cada puesto, se identifiquen las habilidades de la persona y sus necesidades específicas de capacitación.

Los Supervisores y demás puestos con personal a su cargo, cuenten con seminarios que los ayude a desarrollar competencias para desempeñar mejor su función:

liderazgo, solución de problemas, confrontación, trabajo en equipo, etc.

Se impartan sesiones enfocadas a la administración del cambio durante un proyecto. La gente debe saber qué está pasando en la organización y cuál será su rol en la nueva forma de trabajar. En muchos casos estos procesos de cambio detonan que el talento salga a relucir en todos sus sentidos.